Hoy hablamos un rato con Carlos Díaz Maroto, uno de los integrantes del equipo de la serie Weird West de Dlorean Ediciones y que ha comenzado con su novela corta en el primer volumen llamada "Los Hijos de la Noche"
En
primer lugar, háblanos un poco de ti. ¿Quién es Carlos Díaz Maroto?
Ante todo,
alguien muy aficionado al género fantástico en sus diversas manifestaciones:
cine, literatura, cómic… Con el paso del tiempo, he ido dejando de lado alguna
de ellas, por cuestión de tiempo, pero ocasionalmente regreso a lo abandonado.
Empecé con quince años, cuando contacté con Carlos Aguilar, editor de Morpho. En aquella época, hubo toda una
fiebre de fanzines, una edad dorada, y finalmente saqué el mío propio, Sueño del Fevre, que en su primera etapa
se caracterizó por un grosor superior a la media, pues los demás fanzines, aun
gustándome, me sabían a poco. Mezclaba cine y literatura, sin orden ni
concierto. Durante esa época compartí ese amor conjunto, diríase. Después me
surgió la posibilidad de publicar mi primer libro de cine, Drácula: de Transilvania a Hollywood, en colaboración con Roberto
Cueto, y un libro tras otro se fueron encadenando. Esto hizo que, por estricta
falta de tiempo, mi parcela de escritor de literatura la dejara un tanto de
lado, aunque ocasionalmente escribía algún relato. Ahora, sin embargo, llevo
una etapa de nuevo volcado a escribir fantástico. Los hijos de la noche es lo primero que publico profesionalmente,
pero en los últimos meses he publicado en la red diversos relatos, y tengo
cosas escritas que esperan la ocasión. Amén de todos los relatos que publiqué
en la época dorada de fanzines, que no son pocos…
Eres
un gran fan y conocedor del género fantástico. ¿Cómo llegaste a ser un experto
de la temática?
Alimentándome de
ello… Desde pequeño llevo viendo películas de todo pelaje, y no solo me gusta
el fantástico, sino el cine “de género” en general, valga la redundancia.
Aventuras, western, policíaco… Ello me ha permitido, espero, no tener una
visión demasiado cerrada en torno al
género. En cuanto a la literatura, lo mismo: leyendo mucho, tanto ficción como
ensayo referente a la temática. Debe tenerse en cuenta que, por mi edad, he
tenido mucho tiempo para acumular material; tengo las antologías de relatos de
terror de Acervo, las de Géminis… Muchos relatos de autores pulp han caído en mis manos y, por
tanto, tengo un gran caudal de lectura sobre ellos. Respecto a información al
respecto, en tiempos tenía los fanzines que aquí se editaban y, después, empecé
a comprarme material anglosajón, dado que “oficialmente” apenas se publicaba
nada en nuestro país. Ahora, gracias a Internet, hay muchos expertos que
comparten sus conocimientos, y eso me ayuda a saber más. Pero también el
intercambio con amigos ha sido de gran valía… Antes de estos tiempos me
escribía con amigos de todo el país, y redactábamos cartas de seis u ocho
páginas, rellenas de información. Sin embargo, echo de menos que se publiquen
en nuestro país ensayos sobre literatura fantástica, tal como se hace sobre
cine… Algún libro sobre la escuela Weird
Tales, o sobre Richard Matheson, o sobre la literatura de licántropos… ¿Por
qué ningún editor piensa en eso?
Has
sacado varios libros especializados en el cine fantástico. ¿Nos puedes hablar
un poco de ellos?
El primero de
ellos, que ya he citado, Drácula: de
Transilvania a Hollywood (1997), iba a haber sido un número más de Sueño del Fevre. Sin embargo, en ese
tiempo, Roberto Cueto, uno de los colaboradores que iba a escribir en él, logró
publicar su primer libro, Cien bandas
sonoras en la historia del cine (1996) con Nuer. Medio en broma medio en
serio le dije que les comentara a los editores que, si necesitaban otro autor,
aquí me tenían, y Roberto me comentó que había pensado ofrecerles lo de Drácula
como proyecto, y que lo escribiéramos entre los dos. Así lo hicimos, les gustó
y, a partir de ahí, fue saliendo un libro tras otro… En 1999 saqué Batman: de Bob Kane a Joel Schumacher,
también para Nuer, y en colaboración con Luis Alboreca. Y en 2012 Luis y yo,
para Jaguar, hemos sacado Batman y
Superman: los mejores del cine, que supone una actualización/complemento al
anterior… Todos mis libros buscan encontrar un equilibrio entre la información
y la opinión, y que, al tiempo, sea una lectura amena. Distintos temas he ido
abordando en ese tiempo: hombre lobo, vampiros, aliens y predators y cine del
oeste, aunque mi favorito puede que sea, por lo bien que lo editó Calamar, Ray Harryhausen: el mago del stop-motion
(2010).
En estos años he
decidido descansar un poco de esta parcela. Tuve durante un tiempo la idea de
escribir un libro sobre la franquicia del Planeta de los Simios, pero finalmente
lo dejé de lado, por un poco de escepticismo en el campo editorial. Cuando José
María Gil (Txemita Picapiedra en el mundo virtual) contactó conmigo anunciándome
su proyecto en ese sentido, resucitando su fanzine Neutrón –el primero sobre cine fantástico que apareció en España–,
opté por cederle todo lo escrito, amén de escribir a propósito más material…
incluido un relato ambientado en ese universo, y que aparecerá en un segundo
volumen. También tenía idea de hacer un libro sobre Tarzán en el cine, y en este
último mes algunos amigos me insistieron que me pusiera con él, pero acaba de
salir un libro sobre el tema. Por desgracia, en España, la coexistencia de dos
libros sobre cine de la misma temática no funciona: lo lógico es que, quien
esté interesado, se compre ambos, pues los enfoques pueden ser distintos,
complementarios… Sin embargo, en España los libros de cine se venden mal, y
ahora con la crisis más aún: dos libros coexistiendo se hacen daño mutuamente.
Diriges
la web Pasadizo.com. ¿Qué es esta web
y qué podemos encontrar en ella?
Pasadizo.com
fue creado por Ediciones Nuer. Eran los inicios de Internet, y en aquel
entonces no estaba muy claro hacia dónde se dirigiría. El proyecto, en sus
principios, era una página de la editorial, para poner en venta sus libros,
pero al mismo tiempo ofrecer artículos sobre nuestros temas. Más adelante, fue
creciendo y creciendo, hasta adquirir entidad propia. Cuando Nuer quebró, el
webmaster que lo llevaba, Miguel San José Romano, fundó Ediciones Calamar, y
decidió seguir sosteniendo pasadizo,
por amor al proyecto, y ahí seguimos. Cuando lo crearon, me ofrecieron el cargo
de director editorial, digamos. Yo soy responsable de todos sus contenidos. Lo
que ofrecemos son artículos sobre cine, literatura y cómic, todo ello dentro de
las temáticas de terror, fantasía y ciencia ficción. También tenemos una muy
amplia base de datos de reseñas de películas de las temáticas, no de un
parrafillo de cuatro líneas, sino críticas amplias, donde se analizan a fondo
los filmes, tanto antiguos como modernos. Y un foro que, por desgracia, en los
últimos tiempos está un poco apático, debido a una invasión de spammers que
hemos tenido y que cuesta quitárselos de encima… En estos momentos, el registro
está cerrado, pero si me escriben pidiendo acceso lo hago yo mismo manualmente.
Como
escritor, ¿Quiénes son los autores que más te han fascinado e influenciado?
Pues me temo que
voy a ser tópico y convencional… No voy a descubrir ningún autor ignoto o
minoritario, dentro de nuestros cánones, claro. Poe, Lovecraft, Matheson,
Blackwood, Le Fanu… Lo de siempre… Todos los grandes maestros del terror me han
forjado, y algún relato tengo escrito un tanto en su línea… También podría
añadirse Arthur Conan Doyle –soy un gran sherlockiano, como se puede comprobar
por mi blog 221B, en wordpress–, Fredric Brown, Clark Ashton Smith… Todos
ellos, de un modo u otro, han escrito del género con el tono que a mí me llega.
Eres
uno de los integrantes del proyecto de la serie Weird West. ¿Cómo te involucraste en el proyecto?
No recuerdo
dónde lo mencionó Raúl Montesdeoca, si en la página de Facebook Bolsilibros, o
Proyecto Pulp. El caso es que contó que Lem Ryan le había pasado un pdf de su
novela Cazadores de vampiros –en
aquel entonces inencontrable– y que se había entusiasmado tanto con ella que se
había puesto, así por las buenas, a escribir una secuela. Entonces yo dije:
“Ah, pues podíamos hacer una saga”. A Raúl le gustó la idea, y habló con
Dlorean, la editorial que le había publicado La máquina del Juicio Final, que es toda una delicia, pulp puro. Les sugirió esa idea, una
especie de colección ambientada en el universo de la novela de Lem (es decir,
vampiros en el oeste), y a ellos también les gustó. Se contactó con diversos
autores, para invitarles a contribuir en ese mundillo, y otros oyeron del proyecto
y se ofrecieron a colaborar.
Creo que ahora somos una docena de implicados, y
el cupo está cerrado… Había ya dos novelas escritas de ese universo, la de Lem,
y la de Raúl. Lo lógico era reeditar la de Lem, por coherencia narrativa. Y
dado que la de Raúl era una secuela –se ambienta unos meses después de que
finalice la primera– había de ir inmediatamente después. Y dado que yo fui
quien primero se involucró en el ajo, se me ofreció el tercer puesto. Dlorean
era de la opinión de que un libro de la extensión de un bolsilibro –que es lo
que era la novela de Lem, y lo que los demás hemos ido haciendo, unas 15.000
palabras– no tenía buena salida comercial, así que barajamos editarlo en lotes
de a dos, de tres, de cuatro… Al fin, se decidió sacar volúmenes con tres
novelas. Y yo, claro, soy el último en este primer volumen.
Háblanos
de Los Hijos de la Noche, tu novela
corta en el vol. 1 de Weird West.
Dado que la
novela de Raúl era una secuela directa de la de Lem, yo pensé que debía ir por
igual camino. De ese modo, las tres conforman una trilogía que, leídas de
continuo, conforman una única historia. El modo en que Lem y otros autores de
bolsilibros escribían sus obras –Curtis Garland, Clark Carrados, Lou Carrigan…–
les obligaba a una absoluta inmediatez, no les permitía florituras
estilísticas, y no tenían tiempo muchas veces de repasar lo escrito. Para
contagiarme un poco de ese estilo escribí todo de un tirón, sin revisar. Pero,
dada la amplitud de tiempo de que disponía (no como esos autores), después me
lo repasé e hice una corrección ortográfica y de sintaxis… Pero de ese modo
conservaba la frescura del concepto original. Tal como he dicho, la novela de
Raúl se ambienta unos meses después de la primera; bueno, pues la mía arranca
cinco minutos después de la de Raúl, encadena directamente. Y, al final, la
historia se cierra, pero dejando algunos flecos sueltos, para que algún
escritor de los que vengan después pueda tirar de ellos y crear una nueva
historia. No necesariamente todas las aventuras de Weird West se centrarán en
los personajes que hemos utilizado nosotros tres, pero todo transcurrirá en un
universo compartido, homogéneo: quizás nuestro protagonista, Jonathan McIntire,
aparezca de secundario en otra novela, u otro personaje sea citado de pasada…
Nos hemos coordinado para que no haya fallos de continuidad: si yo mato un
personaje, no puede volver a aparecer en una novela que se ambiente después… a
menos que vuelva de ultratumba, que todo es posible.
La Portadilla de Los Hijos de la Noche en Weird West 1 |
¿Cuáles
son tus proyectos literarios en el horizonte?
Cuando me
involucré en este proyecto dejé de lado otras cosas que tenía en marcha. Tengo
una antología de relatos terminada, en la cual he compilado algunos relatos
míos de la época en que fueron publicados en fanzines (el
mío propio, u otros como Ad Astra,
Elfstone, Parsifal…). A estos he sumado algunos antiguos que quedaron
inéditos, y otros más escritos ahora, dado que la extensión era escasa para un
libro (tengo escritos muchos cuentos ultra-breves). Incluso tengo ya escrito un
prólogo obra de Rodolfo Martínez. Pero parece que los editores no son muy
proclives a las antologías de relatos de un autor único.
Para esa misma
antología escribí una historia de Sherlock Holmes de carácter fantástico. Me
gustó tanto que concebí una serie de relatos, no con Holmes, sino ahora con
Watson. He arrancado ese primer relato de la antología, y he creado una nueva,
para la cual ya tengo escritos cuatro relatos. En el primero ofrecía a Watson
con una mayor preponderancia en la investigación de lo que habitualmente suele
tener. Creo que Watson es un personaje interesantísimo, y me gustaba darle más
importancia. Esa primera historia se ambientaba cuando Holmes ya se había retirado,
y suponía el reencuentro entre ambos. A la hora de escribir más historias, me
parecía muy forzado que se reencontraran siempre, así pues opté por centrar las
aventuras solo en Watson. Holmes haría una aparición especial en la primera
historia, y tal vez también en la última. Y en medio, aventuras centradas en
hadas malignas, dioses horrendos, hombres araña, licántropos, extraterrestres… Son
relatos que funcionan por sí solos, pero que leídos de continuo conforman una
unidad. Así que creo que eso tendría mejor salida. Espero…
También estoy
escribiendo una novela, de igual modo con Holmes y Watson, y de nuevo
confiriendo mayor importancia a Watson. De hecho, son unas memorias de él. Un
tanto como el Sherlock Holmes de Baker
Street de Baring-Gould, pero centrado en Watson. Arranca con el encuentro
entre ambos, pero luego hay flashbacks de
la infancia en Australia del futuro doctor, narro después su estancia en San
Francisco… Y así, de paso, algunos fallos de continuidad de Conan Doyle los
aprovecho y los “explico”, sobre si es en el hombro o en la pierna donde Watson
fue herido, qué diablos pasa con sus esposas, cuántas tuvo en realidad, y por
qué se le morían todas… Y de paso, toco algunos otros elementos que para
algunos sherlockianos pueden resultar polémicos, y es posible que me
crucifiquen. Lo que llevo escrito es como un cuarenta por ciento.
Aparte de esto,
en el número de verano de la revista Barsoom
aparecerá publicado un relato mío titulado “Solo contra el Sistema”, una mezcla
de novela negra y ciencia ficción pulp,
ilustrado por Manuel Berrocal. Formaba parte de esa antología inicial que he
referido, pero pensé que por su tono encajaba perfectamente con la revista. Así
pues, se la ofrecí a Javier Barco, uno de los editores, y le entusiasmó… Se ambienta
en los años cuarenta del pasado siglo, pero la Tierra está conquistada por los
extraterrestres desde 1898, y el protagonista es un detective privado en plan
chandleriano.
También estoy
participando en una antología de relatos de casas encantadas, que piensa sacar
Ángel Gómez Rivero como soporte a la celebración de la Algeciras Fantástika que
dirige. Y tengo preparada una antología de relatos fantásticos, coordinada por
mí, y donde aparte de yo mismo escribe gente como Juan Miguel G. S. Sánchez, Ángel
Gómez Rivero, Luis Guallar, Manuel Aguilar, Luis Alboreca, Darío Lavia, J. P.
Bango, Daniel Aguilar, , Miguel Valle García, Ana Morán Infiesta y Lem Ryan,
citados por orden del índice. La intención es sacarla en crowdfunding, pero llevo demasiado tiempo dilatándolo… A ver si
contacto con Verkami y empezamos…
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