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martes, 10 de junio de 2014

Charlamos con Carlos Díaz Maroto





Hoy hablamos un rato con Carlos Díaz Maroto, uno de los integrantes del equipo de la serie Weird West de Dlorean Ediciones y que ha comenzado con su novela corta en el primer volumen llamada "Los Hijos de la Noche"
 
 
 
 
 
En primer lugar, háblanos un poco de ti. ¿Quién es Carlos Díaz Maroto?
 
Ante todo, alguien muy aficionado al género fantástico en sus diversas manifestaciones: cine, literatura, cómic… Con el paso del tiempo, he ido dejando de lado alguna de ellas, por cuestión de tiempo, pero ocasionalmente regreso a lo abandonado. Empecé con quince años, cuando contacté con Carlos Aguilar, editor de Morpho. En aquella época, hubo toda una fiebre de fanzines, una edad dorada, y finalmente saqué el mío propio, Sueño del Fevre, que en su primera etapa se caracterizó por un grosor superior a la media, pues los demás fanzines, aun gustándome, me sabían a poco. Mezclaba cine y literatura, sin orden ni concierto. Durante esa época compartí ese amor conjunto, diríase. Después me surgió la posibilidad de publicar mi primer libro de cine, Drácula: de Transilvania a Hollywood, en colaboración con Roberto Cueto, y un libro tras otro se fueron encadenando. Esto hizo que, por estricta falta de tiempo, mi parcela de escritor de literatura la dejara un tanto de lado, aunque ocasionalmente escribía algún relato. Ahora, sin embargo, llevo una etapa de nuevo volcado a escribir fantástico. Los hijos de la noche es lo primero que publico profesionalmente, pero en los últimos meses he publicado en la red diversos relatos, y tengo cosas escritas que esperan la ocasión. Amén de todos los relatos que publiqué en la época dorada de fanzines, que no son pocos…
 

Eres un gran fan y conocedor del género fantástico. ¿Cómo llegaste a ser un experto de la temática?
 
Alimentándome de ello… Desde pequeño llevo viendo películas de todo pelaje, y no solo me gusta el fantástico, sino el cine “de género” en general, valga la redundancia. Aventuras, western, policíaco… Ello me ha permitido, espero, no tener una visión demasiado cerrada en torno al género. En cuanto a la literatura, lo mismo: leyendo mucho, tanto ficción como ensayo referente a la temática. Debe tenerse en cuenta que, por mi edad, he tenido mucho tiempo para acumular material; tengo las antologías de relatos de terror de Acervo, las de Géminis… Muchos relatos de autores pulp han caído en mis manos y, por tanto, tengo un gran caudal de lectura sobre ellos. Respecto a información al respecto, en tiempos tenía los fanzines que aquí se editaban y, después, empecé a comprarme material anglosajón, dado que “oficialmente” apenas se publicaba nada en nuestro país. Ahora, gracias a Internet, hay muchos expertos que comparten sus conocimientos, y eso me ayuda a saber más. Pero también el intercambio con amigos ha sido de gran valía… Antes de estos tiempos me escribía con amigos de todo el país, y redactábamos cartas de seis u ocho páginas, rellenas de información. Sin embargo, echo de menos que se publiquen en nuestro país ensayos sobre literatura fantástica, tal como se hace sobre cine… Algún libro sobre la escuela Weird Tales, o sobre Richard Matheson, o sobre la literatura de licántropos… ¿Por qué ningún editor piensa en eso?
 
Has sacado varios libros especializados en el cine fantástico. ¿Nos puedes hablar un poco de ellos?
 
El primero de ellos, que ya he citado, Drácula: de Transilvania a Hollywood (1997), iba a haber sido un número más de Sueño del Fevre. Sin embargo, en ese tiempo, Roberto Cueto, uno de los colaboradores que iba a escribir en él, logró publicar su primer libro, Cien bandas sonoras en la historia del cine (1996) con Nuer. Medio en broma medio en serio le dije que les comentara a los editores que, si necesitaban otro autor, aquí me tenían, y Roberto me comentó que había pensado ofrecerles lo de Drácula como proyecto, y que lo escribiéramos entre los dos. Así lo hicimos, les gustó y, a partir de ahí, fue saliendo un libro tras otro… En 1999 saqué Batman: de Bob Kane a Joel Schumacher, también para Nuer, y en colaboración con Luis Alboreca. Y en 2012 Luis y yo, para Jaguar, hemos sacado Batman y Superman: los mejores del cine, que supone una actualización/complemento al anterior… Todos mis libros buscan encontrar un equilibrio entre la información y la opinión, y que, al tiempo, sea una lectura amena. Distintos temas he ido abordando en ese tiempo: hombre lobo, vampiros, aliens y predators y cine del oeste, aunque mi favorito puede que sea, por lo bien que lo editó Calamar, Ray Harryhausen: el mago del stop-motion (2010).
 

En estos años he decidido descansar un poco de esta parcela. Tuve durante un tiempo la idea de escribir un libro sobre la franquicia del Planeta de los Simios, pero finalmente lo dejé de lado, por un poco de escepticismo en el campo editorial. Cuando José María Gil (Txemita Picapiedra en el mundo virtual) contactó conmigo anunciándome su proyecto en ese sentido, resucitando su fanzine Neutrón –el primero sobre cine fantástico que apareció en España–, opté por cederle todo lo escrito, amén de escribir a propósito más material… incluido un relato ambientado en ese universo, y que aparecerá en un segundo volumen. También tenía idea de hacer un libro sobre Tarzán en el cine, y en este último mes algunos amigos me insistieron que me pusiera con él, pero acaba de salir un libro sobre el tema. Por desgracia, en España, la coexistencia de dos libros sobre cine de la misma temática no funciona: lo lógico es que, quien esté interesado, se compre ambos, pues los enfoques pueden ser distintos, complementarios… Sin embargo, en España los libros de cine se venden mal, y ahora con la crisis más aún: dos libros coexistiendo se hacen daño mutuamente.
 
 
 
Diriges la web Pasadizo.com. ¿Qué es esta web y qué podemos encontrar en ella?
 
Pasadizo.com fue creado por Ediciones Nuer. Eran los inicios de Internet, y en aquel entonces no estaba muy claro hacia dónde se dirigiría. El proyecto, en sus principios, era una página de la editorial, para poner en venta sus libros, pero al mismo tiempo ofrecer artículos sobre nuestros temas. Más adelante, fue creciendo y creciendo, hasta adquirir entidad propia. Cuando Nuer quebró, el webmaster que lo llevaba, Miguel San José Romano, fundó Ediciones Calamar, y decidió seguir sosteniendo pasadizo, por amor al proyecto, y ahí seguimos. Cuando lo crearon, me ofrecieron el cargo de director editorial, digamos. Yo soy responsable de todos sus contenidos. Lo que ofrecemos son artículos sobre cine, literatura y cómic, todo ello dentro de las temáticas de terror, fantasía y ciencia ficción. También tenemos una muy amplia base de datos de reseñas de películas de las temáticas, no de un parrafillo de cuatro líneas, sino críticas amplias, donde se analizan a fondo los filmes, tanto antiguos como modernos. Y un foro que, por desgracia, en los últimos tiempos está un poco apático, debido a una invasión de spammers que hemos tenido y que cuesta quitárselos de encima… En estos momentos, el registro está cerrado, pero si me escriben pidiendo acceso lo hago yo mismo manualmente.
 

Como escritor, ¿Quiénes son los autores que más te han fascinado e influenciado?
 
Pues me temo que voy a ser tópico y convencional… No voy a descubrir ningún autor ignoto o minoritario, dentro de nuestros cánones, claro. Poe, Lovecraft, Matheson, Blackwood, Le Fanu… Lo de siempre… Todos los grandes maestros del terror me han forjado, y algún relato tengo escrito un tanto en su línea… También podría añadirse Arthur Conan Doyle –soy un gran sherlockiano, como se puede comprobar por mi blog 221B, en wordpress–, Fredric Brown, Clark Ashton Smith… Todos ellos, de un modo u otro, han escrito del género con el tono que a mí me llega.
 
Eres uno de los integrantes del proyecto de la serie Weird West. ¿Cómo te involucraste en el proyecto?
 
No recuerdo dónde lo mencionó Raúl Montesdeoca, si en la página de Facebook Bolsilibros, o Proyecto Pulp. El caso es que contó que Lem Ryan le había pasado un pdf de su novela Cazadores de vampiros –en aquel entonces inencontrable– y que se había entusiasmado tanto con ella que se había puesto, así por las buenas, a escribir una secuela. Entonces yo dije: “Ah, pues podíamos hacer una saga”. A Raúl le gustó la idea, y habló con Dlorean, la editorial que le había publicado La máquina del Juicio Final, que es toda una delicia, pulp puro. Les sugirió esa idea, una especie de colección ambientada en el universo de la novela de Lem (es decir, vampiros en el oeste), y a ellos también les gustó. Se contactó con diversos autores, para invitarles a contribuir en ese mundillo, y otros oyeron del proyecto y se ofrecieron a colaborar.
 
 
 
 
 
Creo que ahora somos una docena de implicados, y el cupo está cerrado… Había ya dos novelas escritas de ese universo, la de Lem, y la de Raúl. Lo lógico era reeditar la de Lem, por coherencia narrativa. Y dado que la de Raúl era una secuela –se ambienta unos meses después de que finalice la primera– había de ir inmediatamente después. Y dado que yo fui quien primero se involucró en el ajo, se me ofreció el tercer puesto. Dlorean era de la opinión de que un libro de la extensión de un bolsilibro –que es lo que era la novela de Lem, y lo que los demás hemos ido haciendo, unas 15.000 palabras– no tenía buena salida comercial, así que barajamos editarlo en lotes de a dos, de tres, de cuatro… Al fin, se decidió sacar volúmenes con tres novelas. Y yo, claro, soy el último en este primer volumen.
 
Háblanos de Los Hijos de la Noche, tu novela corta en el vol. 1 de Weird West.
 
Dado que la novela de Raúl era una secuela directa de la de Lem, yo pensé que debía ir por igual camino. De ese modo, las tres conforman una trilogía que, leídas de continuo, conforman una única historia. El modo en que Lem y otros autores de bolsilibros escribían sus obras –Curtis Garland, Clark Carrados, Lou Carrigan…– les obligaba a una absoluta inmediatez, no les permitía florituras estilísticas, y no tenían tiempo muchas veces de repasar lo escrito. Para contagiarme un poco de ese estilo escribí todo de un tirón, sin revisar. Pero, dada la amplitud de tiempo de que disponía (no como esos autores), después me lo repasé e hice una corrección ortográfica y de sintaxis… Pero de ese modo conservaba la frescura del concepto original. Tal como he dicho, la novela de Raúl se ambienta unos meses después de la primera; bueno, pues la mía arranca cinco minutos después de la de Raúl, encadena directamente. Y, al final, la historia se cierra, pero dejando algunos flecos sueltos, para que algún escritor de los que vengan después pueda tirar de ellos y crear una nueva historia. No necesariamente todas las aventuras de Weird West se centrarán en los personajes que hemos utilizado nosotros tres, pero todo transcurrirá en un universo compartido, homogéneo: quizás nuestro protagonista, Jonathan McIntire, aparezca de secundario en otra novela, u otro personaje sea citado de pasada… Nos hemos coordinado para que no haya fallos de continuidad: si yo mato un personaje, no puede volver a aparecer en una novela que se ambiente después… a menos que vuelva de ultratumba, que todo es posible.
 
La Portadilla de Los Hijos de la Noche en Weird West 1
 
 
 

¿Cuáles son tus proyectos literarios en el horizonte?
 
Cuando me involucré en este proyecto dejé de lado otras cosas que tenía en marcha. Tengo una antología de relatos terminada, en la cual he compilado algunos relatos míos de la época en que fueron publicados en fanzines (el mío propio, u otros como Ad Astra, Elfstone, Parsifal…). A estos he sumado algunos antiguos que quedaron inéditos, y otros más escritos ahora, dado que la extensión era escasa para un libro (tengo escritos muchos cuentos ultra-breves). Incluso tengo ya escrito un prólogo obra de Rodolfo Martínez. Pero parece que los editores no son muy proclives a las antologías de relatos de un autor único.
 
Para esa misma antología escribí una historia de Sherlock Holmes de carácter fantástico. Me gustó tanto que concebí una serie de relatos, no con Holmes, sino ahora con Watson. He arrancado ese primer relato de la antología, y he creado una nueva, para la cual ya tengo escritos cuatro relatos. En el primero ofrecía a Watson con una mayor preponderancia en la investigación de lo que habitualmente suele tener. Creo que Watson es un personaje interesantísimo, y me gustaba darle más importancia. Esa primera historia se ambientaba cuando Holmes ya se había retirado, y suponía el reencuentro entre ambos. A la hora de escribir más historias, me parecía muy forzado que se reencontraran siempre, así pues opté por centrar las aventuras solo en Watson. Holmes haría una aparición especial en la primera historia, y tal vez también en la última. Y en medio, aventuras centradas en hadas malignas, dioses horrendos, hombres araña, licántropos, extraterrestres… Son relatos que funcionan por sí solos, pero que leídos de continuo conforman una unidad. Así que creo que eso tendría mejor salida. Espero…
 
También estoy escribiendo una novela, de igual modo con Holmes y Watson, y de nuevo confiriendo mayor importancia a Watson. De hecho, son unas memorias de él. Un tanto como el Sherlock Holmes de Baker Street de Baring-Gould, pero centrado en Watson. Arranca con el encuentro entre ambos, pero luego hay flashbacks de la infancia en Australia del futuro doctor, narro después su estancia en San Francisco… Y así, de paso, algunos fallos de continuidad de Conan Doyle los aprovecho y los “explico”, sobre si es en el hombro o en la pierna donde Watson fue herido, qué diablos pasa con sus esposas, cuántas tuvo en realidad, y por qué se le morían todas… Y de paso, toco algunos otros elementos que para algunos sherlockianos pueden resultar polémicos, y es posible que me crucifiquen. Lo que llevo escrito es como un cuarenta por ciento.
 
Aparte de esto, en el número de verano de la revista Barsoom aparecerá publicado un relato mío titulado “Solo contra el Sistema”, una mezcla de novela negra y ciencia ficción pulp, ilustrado por Manuel Berrocal. Formaba parte de esa antología inicial que he referido, pero pensé que por su tono encajaba perfectamente con la revista. Así pues, se la ofrecí a Javier Barco, uno de los editores, y le entusiasmó… Se ambienta en los años cuarenta del pasado siglo, pero la Tierra está conquistada por los extraterrestres desde 1898, y el protagonista es un detective privado en plan chandleriano.
 
También estoy participando en una antología de relatos de casas encantadas, que piensa sacar Ángel Gómez Rivero como soporte a la celebración de la Algeciras Fantástika que dirige. Y tengo preparada una antología de relatos fantásticos, coordinada por mí, y donde aparte de yo mismo escribe gente como Juan Miguel G. S. Sánchez, Ángel Gómez Rivero, Luis Guallar, Manuel Aguilar, Luis Alboreca, Darío Lavia, J. P. Bango, Daniel Aguilar, , Miguel Valle García, Ana Morán Infiesta y Lem Ryan, citados por orden del índice. La intención es sacarla en crowdfunding, pero llevo demasiado tiempo dilatándolo… A ver si contacto con Verkami y empezamos…
 
 
 
 

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